Desde tiempos inmemoriales, la preocupación por el cómo se nos ve, ha estado presente en el día a día del ser humano.

Nuestro atuendo, aparte de cubrir una necesidad básica, nos identifica dentro de un estatus social, o un determinado oficio, o establece una procedencia, o indica la presencia en un evento especial… etc.… pero, además, dentro de estas situaciones y colectivos, el individuo a través de su estilismo ha intentado siempre brindar a los demás una imagen propia que le autosatisfaga, un por expresarlo de alguna manera “como quiero que los demás me vean”.

Aquí entran en juego, abalorios, tejidos, peinados, pulcritud, patrones, modas y hasta llegado el punto, el arte de remendar la ya tremendamente raída prenda de trabajo, para que esta se vea de la forma más digna posible.

Hoy por hoy en esta parte del mundo, tan globalizada, el viandante arratiano, camina ufano con sus tejanos y camiseta, de estilo estadounidense pero fabricados en Asia, que ya están totalmente integrados en el paisaje de lo cotidiano, y parece que hayamos olvidado que hace no tanto, ese paisaje de prendas, tejidos y coloridos era diametralmente diferente, de origen prácticamente local, tanto por confección como por estilo.

Para retrotraernos a ese paisaje olvidado y explicarnos ese modo de vestir ya en desuso, contamos con la magnifica etnógrafa Amaia Mujika, la cual ofrecerá una conferencia que seguro no dejara indiferente a nadie, ni a los que recuerdan un pasado ni a los que lo descubren.