En 1931 el gobierno de la Segunda República reconoció a Andra Mari de Elexalde, por entonces una iglesia sin culto y casi abandonada, como Monumento Nacional. Tras ser recuperada gracias a los vecinos del barrio con el apoyo de las instituciones fue reabierta al público, considerándose desde 1984 como Monumento Nacional de Euskadi. Desde el año 2001 su Retablo Mayor también goza de esa misma categoría. De la mano de Jesús Muñiz Petralanda participarás del orgullo de contar con esta excepcional construcción.