En la campaña de 2018 se intervino en la limpieza y consolidación de este enclave que, en un principio, constaba de dos elementos arquitectónicos destinados a la defensa de esta pequeña colina de Loba perteneciente al Cinturón defensivo de Bilbao de 1937. Podremos ver los resultados de aquella intervención y la evolución de sus elementos arquitectónicos defensivos, así como el descubrimiento de otras tres estructuras en proceso de construcción, la cantera de suministro de la piedra, los hallazgos arqueológicos y los cráteres de los bombardeos.