El Pórtico de Santa María se ubica en el espacio que hasta la Alta Edad Media había sido el cementerio de la villa y, posteriormente, hasta el siglo XVII, lugar de paso, recreo y reunión de los durangueses. Tras un estudio llevado a cabo por el ex archivero de la villa, José Ángel Orobio-Urrutia y el arquitecto Oier Bizkarra, se realiza esta exposición con material gráfico y documental donde se habla sobre estos distintos usos que ha tenido a lo largo de la historia el pórtico de Santa María, sin perder nunca su significado de núcleo urbano.