Amaba los cuentos, los poemas, las canciones, … y, a pesar de que destacó en la creación de cuentos, su prosa rebosa poesía y cada palabra suya contiene el rastro de la musicalidad de la oralidad. La sacaremos a la luz, de la sombra de su tío Kirikiño, y le daremos voz desde el hilo de sus cuentos: contando y cantando, en la Casa de Cultura de Mañaria, y disfrutando de un chocolate caliente.