Las estructuras de los seres vivos, tanto vegetales como animales, también están diseñadas para interactuar con sus entornos, ya sea en las profundidades del mar, en un dosel de la selva tropical o en el desierto. Se puede aprender una gran cantidad de información sobre la estructura anatómica del cuerpo de un organismo, estudiando su entorno y de ese modo comprender los arquetipos evolutivos de un planeta en constante reevolución.
Las piezas sobre las que se asientan todas las estructuras de un organismo conforman el eje central de sus adaptaciones evolutivas.