Es el año1885. Doña Casilda de Iturrizar, aún de luto por la pérdida de su marido, está sin embargo alegre por la reciente inauguración de las escuelas y sigue pensando en nuevas formas de ayudar a las clases más desfavorecidas de la villa. Tendremos que encontrar a Doña Casilda en el parque para que nos cuente su historia, las características del espacio público al que dio su nombre años después y las de los vestidos con los que paseaban en aquella época.