Desde su fundación en 1927 el Museo de Reproducciones de Bilbao ha ocupado sucesivamente tres edificios concebidos para otros usos. Dos escuelas y una iglesia han alojado los vaciados de su colección a lo largo de estos casi 100 años.
Cada traslado ha supuesto además un nuevo reto para una institución que ha aprendido a renovarse o morir. Esta conferencia nos acercará a estos y otros desafíos afrontados por el museo, descubriendo anécdotas y gentes que han hecho latir sus muros.