Visita guiada de la mano de Juan Manuel González Cembellín.

En 1893 se inauguró la línea de ferrocarril entre Las Arenas y Plentzia. Sopela quedó integrada en la red ferroviaria vizcaína. Una red que provocó una gran transformación.

El tren supuso la creación de empresas, la llegada de obreros, el incremento de los servicios… Y con todo ello la llegada de nuevas ideologías. El socialismo primero, el nacionalismo más tarde. Y de la mano de este último llegó también una nueva moda arquitectónica: el estilo neo-vasco. Casas que, más allá de su funcionalidad, estaban cargadas de ideología.

Aquel ferrocarril cambió nuestras ideas y nuestro paisaje construido.

Imprescindible reserva: turismo@sopela.eus