La Ceres (1900-2025), una fábrica pionera. 125 años de arquitectura y hormigón armado en Bizkaia.

Autor: Joaquín Cárcamo Martínez, aparejador y divulgador del patrimonio.

Finalizando el siglo XIX el empresario bilbaíno Toribio de Ugalde se propuso ampliar y modernizar la fabrica de harinas que tenía en el Muelle de La Merced en Bilbao. Hizo historia al construir un nuevo edificio de hormigón armado sistema Hennebique, que ha llegado hasta nuestros días.

Toribio de Ugalde y Molinuelo, un industrial riojano nacido en Haro en 1839 y afincado en Bilbao desde su juventud, adquirió en 1890 la fábrica de harinas que Juan de Zabala y Fermín de Arnedo tenían en el muelle de la Merced, construida en 1873 con muros de piedra y estructura de madera según el proyecto del arquitecto Severino de Achúcarro. Poco más tarde, en 1891, fundaría junto con otros empresarios la Compañía Anónima Ceres con el objeto de dedicarse a la fabricación de harinas y al comercio de cereales por un período de diez años.

Pero el fin de siglo no llegaría con vientos favorables para las industrias harineras, pese a la renovación producida en los años anteriores. Doce fábricas de harinas se enfrentaban en Bilbao a las consecuencias de las pérdidas coloniales, a las medidas proteccionistas de los gobiernos europeos y al crecimiento de la importación de harinas francesas. Ugalde se planteó la salida mediante una ampliación de capital con la vista puesta, sin duda, en una transformación que permitiera la supervivencia de la empresa. Se trataba de afrontar la construcción de una nueva fábrica, de remodelar la existente y de renovar la maquinaria, adaptando asimismo la forma societaria a los nuevos tiempos.

Durante 1899 y 1900, Ugalde emprendió la construcción de la nueva fábrica, situándola medianera de la anterior y, a continuación, abordó la reforma y ampliación del edificio del antiguo molino, con el fin de convertirlo en almacenes. Pero así como en esta última transformación se sirvió de los materiales y sistemas constructivos vigentes –pies derechos de roble, columnas de fundición, perfiles laminados y solivería de hierro–, para el levante de la nueva fábrica recurriría a una tecnología entonces aún incipiente: el hormigón armado.

Fábrica de Harinas “La Ceres” – Bilbao. Fachada. Rebollo Canales, Gabriel: «Construcciones de hormigón armado sistema Hennebique: fábrica de harinas La Ceres de Bilbao». Revista de Obras Públicas, 1900.

Y es aquí donde se encuentra, sin duda alguna, el gran valor patrimonial de La Ceres, en el carácter pionero de su tipología estructural, ya que el edificio se convirtió en «la primera obra construida en España enteramente de hormigón armado, sistema Hennebique» ¿Cuáles fueron las circunstancias que llevaron a Toribio de Ugalde a tomar la decisión de adoptar, de modo tan innovador, la nueva técnica en la construcción de su nueva fábrica? Posiblemente, la conjunción de tres factores. En primer lugar, el progreso acelerado del hormigón armado, de la mano, en Europa, del ingeniero y empresario francés François Hennebique, que había patentado su sistema y abierto sede en París pocos años antes, en 1892, y que desde 1896 estaba asentado en España. En segundo lugar, la gran amenaza histórica sobre las fábricas de harinas, los incendios, que la publicidad de Hennebique prometía descartar para siempre (en 1897-98 esta empresa había reconstruido la fábrica de harinas de Caramujo en Portugal, que con tan sólo ocho años de vida había sido devastada por las llamas); y, por último, la circunstancia de que su hijo Federico estuviese terminando los estudios de arquitectura y fuera muy probablemente conocedor de las realizaciones de Hennebique.

Es el ingeniero jefe de la casa Hennebique en España, Gabriel Rebollo, quien atribuye la responsabilidad del proyecto a su antecesor, el también ingeniero de caminos Ramón Grotta. Del proyecto original, se entiende, pues la fachada publicada no se corresponderá con la finalmente construida, proyectada posiblemente por el joven arquitecto Federico Ugalde.

Sin duda alguna, el proyecto publicado y no realizado refleja una solución de talante mucho más moderno en cuanto a la formalización de la fachada. Excepto la planta amansardada, todo en ella nos remite a una arquitectura liberada de la servidumbre del muro de carga y a la aplicación de las teorías higienistas vigentes sobre las necesidades de iluminación natural y de ventilación. En la composición destacan las alineaciones verticales marcadas por los pilares, que enmarcan grandes acristalamientos. La ausencia de vuelos, balcones o miradores, la simplicidad en la composición y la uniformidad y amplitud de las superficies acristaladas nos sitúan ante un edificio netamente industrial, al que sin embargo tanto la cubierta en mansarda como las decoraciones añadidas a pilares y vigas tratan de aportar la ornamentación que por su ubicación en la ciudad histórica parece corresponderle.

La fachada finalmente ejecutada, sin embargo, exhibe una mayor gravidez, frente a la ligereza del acristalamiento casi total anterior. Se mantiene el ritmo de los huecos, que quedan ahora remarcados con jambas y dinteles curvos sobresalientes, y se sustituyen las ventanas de la mansarda por ojos de buey. El conjunto, pese a que se mantiene la ausencia de vuelos, a que aún se acusa la retícula definida por las alineaciones de pilares y forjados, aunque ahora ya sin decoración, y a la introducción de la prefabricación modular en piedra artificial, no delata ni su uso industrial ni su novedosa propuesta estructural. En planta, las luces entre pilares varían entre los 4,10 y 4,60 m, y la estructura estaba preparada para soportar sobrecargas de entre 400 y 900 kg/m2 según los niveles. En la fabricación del hormigón se utilizaron cementos Vicat franceses.

Portada del libro Los orígenes del hormigón armado y su introducción en Bizkaia. La fábrica Ceres de Bilbao, de Jaume Rosell y Joaquín Cárcamo. Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Bizkaia. Bilbao, 1995.

Una vez finalizadas todas las obras, Ugalde procedió a disolver la C. A. Ceres, creando Ugalde y Compaña Sociedad en Comandita en diciembre de 1901. La primitiva fábrica de harinas de La Naja, transformada después en almacenes, sería vendida en 1920 a la nueva empresa Grandes Molinos Vascos S.A. y revendida por esta en 1927 a Ernesto  de Ugalde, hijo de Toribio, una vez en marcha la nueva fábrica de Zorroza (Bilbao), quedando totalmente destruida por un incendio durante la Guerra Civil.

La fábrica de hormigón armado que Ugalde construyó en 1900 en La Naja fue embargada por el Ayuntamiento de Bilbao en 1935 y adjudicada a la hacienda estatal en 1936, dos meses antes del comienzo de la guerra. Terminada ésta, Jesús Quesada Barrios, obligacionista de Grandes Molinos Vascos, litigó contra el Estado y se adjudicó el edificio en subasta. Hacia 1955 sus entonces propietarios derribaron el edificio pequeño y desmantelaron la mansarda de la planta quinta, continuando la alineación vertical de la fachada para levantar poco después una planta más, con lo que la fábrica perdía no sólo su uso, sino sus proporciones y dignidad originales.

Fachada de La Ceres en mayo de 2010. Edificio rehabilitado para uso residencial. Fotografía del autor.

Tras el «redescubrimiento» del edificio y publicación de una monografía sobre el mismo (Cárcamo; Rosell, 1995) éste fue declarado Monumento por el Gobierno Vasco (BOPV, 9/06/1998) y con posterioridad el Ayuntamiento de Bilbao modificó su situación urbanística, ya que se encontraba fuera de ordenación por su proximidad al muelle. Ello permitió que fuese rehabilitado y destinado a uso residencial según un proyecto de los arquitectos Mª Eugenia Ormaetxebarria e Iñaki Aurrekoetxea, que recuperó la fachada (años 2000-2003) eliminando las ampliaciones y reconstruyendo la planta amansardada con una solución cercana a la del proyecto inicial, habiéndose perdido, eso sí, la continuidad del alzado en planta baja, al adoptarse una solución porticada para, en palabras de SURBISA, «mejorar los escasos espacios peatonales». Hoy nos queda la imagen urbana de lo que fue la Ceres y, aunque cada día más oculta, su pionera y patrimonialmente valiosa estructura de hormigón armado.

NOTA: El libro sobre la fábrica Ceres puede consultarse en línea en la web del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Bizkaia, COAATBI: https://www.coaatbi.org/publicaciones-on-line-2

FOTO PORTADA: «Minoterie « La Cères » a Bilbao (Espagne). Architecte: M. Ugalde». Le Béton Armé. 1900. Colección del autor.

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