Bajo el lema “Abadías, Conventos y Monasterios”, la campaña pretende mostrar un patrimonio variado, rico en sus manifestaciones artísticas, pero desconocido en su mayoría y que entronca plenamente con nuestra historia. Cada uno de los elementos seleccionados encierra en sí mismo una “aventura” singular tanto desde el punto de vista de la evolución estilística de sus edificios como de las vivencias humanas acumuladas en cada uno de ellos. Lugares de paz, silencio y encuentro, centros de irradiación cultural y de servicio. En algunos de ellos la función conventual ha desaparecido y los edificios han sido adaptados a nuevos usos. Otros en cambio, siguen siendo ámbitos de trabajo y oración que conservan en sus normas y reglas la impronta y el carisma del fundador de cada orden.
Uno de los objetivos de estas visitas organizadas es mostrar un tipo de patrimonio que trasciende el carácter puramente monumental y engarza con la historia y las vivencias espirituales de cada una de las ordenes.